Ediorial Dunken
Mayo 2005.
ISBN: 987-02-1183-6
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Cristianismo humilde
Si el Cristianismo afirma que somos hermanos, que hay que imitar a Jesús y vivir como Él lo hizo, ¿por qué los curas, obispos, pastores, etc., no reflexionan en cómo implementar una verdadera comunidad de vivencia, en donde todos participemos de los bienes, ya que Jesús vivía de esa forma?
Si la Iglesia la formamos todos, ¿por qué los laicos debemos darles dinero, y sólo ellos pueden usar y disfrutar de los bienes materiales de la iglesia?
Si Dios es Amor, ¿es posible atribuirle la matanza de los primogénitos de Egipto para justificar la "separación de los levitas"? y ¿por qué la Biblia menciona al menos tres orígenes distintos de ese grupo, del que surge la "estructura" sacerdotal?
Si Jesús afirmó "mi reino no es de este mundo", ¿por qué la Iglesia insiste en mantener el Estado Vaticano, que jurídicamente es igual a la Argentina o cualquier otro país?
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