Aclaraciones

Ediorial Dunken
Mayo 2009.
ISBN: 978-987-02-3908-6

Con la Biblia, un laico católico explica a sus hermanos protestantes, algunos puntos de su fe


Si María no era virgen pues tenía otros hijos, ¿por qué, instantes antes de su muerte, Jesús consideró necesario pedirle al discípulo amado que la recibiera como si fuera su propia madre? ¿No sería más lógico pensar, que ella habría sido atendida en las necesidades propias de su vejez por sus propios hijos, y que, por ende, no requeriría la ayuda de un "extraño"?

¿Puede ser que Dios prohibiese el uso de las imágenes, recurriendo a un texto que tiene tantos errores como los que presenta el tercer mandamiento?

¿Es posible aferrarse "tanto" a los textos bíblicos, cuando son "tantas" las contradicciones y errores que es sencillo encontrar en ellos?